¡Ascenso récord al Everest en solo 5 días gracias al gas xenón! ¿Revolución o trampa en el alpinismo?
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- hace 18 horas
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🧗♂️ Una hazaña sin precedentes: del Reino Unido a la cima del Everest en menos de una semana
Cuatro exmilitares británicos —Alastair Carns, Garth Miller, Kevin Godlington y Anthony "Staz" Stazicker— han logrado una proeza histórica: escalar el Monte Everest en menos de cinco días desde su salida del Reino Unido. Esta expedición, organizada por Furtenbach Adventures, combinó entrenamiento previo en tiendas de hipoxia, vuelos directos en helicóptero y, de forma innovadora y polémica, el uso de gas xenón para acelerar la aclimatación.
Este logro ha generado un gran revuelo en la comunidad montañera, especialmente porque una ascensión tradicional al Everest suele llevar entre seis y ocho semanas. El proceso incluye una caminata de aclimatación de una semana hasta el campo base, seguido de varias rotaciones entre campamentos para adaptarse gradualmente a la altitud, y finalmente una ventana de buen tiempo para intentar la cima. Comparado con este enfoque progresivo, el nuevo método parece casi de ciencia ficción.
🧪 El gas xenón: ¿la nueva frontera de la aclimatación?
El gas xenón, conocido por su uso médico como anestésico, fue utilizado en esta expedición como potenciador de la aclimatación. Se cree que inhalarlo activa la producción de eritropoyetina (EPO), estimulando la generación de glóbulos rojos y mejorando la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno, una ventaja clave en altitudes extremas.
Mientras que algunos expertos aseguran que esto puede reducir riesgos como el mal agudo de montaña, la evidencia científica aún es limitada, y la UIAA ya ha advertido sobre su uso sin suficiente respaldo técnico. Para muchos, esto plantea una pregunta incómoda: ¿sigue siendo alpinismo si se minimizan los desafíos fisiológicos mediante atajos biomédicos?
🧰 Herramientas modernas en el alpinismo: ¿dónde trazamos la línea?
El uso de ayudas externas no es nuevo en las grandes montañas. El oxígeno suplementario se considera casi estándar por encima de los 8.000 metros, y medicamentos como el Diamox (acetazolamida) se emplean habitualmente para prevenir el mal de altura. Las tiendas de hipoxia se han vuelto comunes en la preparación previa a expediciones.
Lo que el gas xenón introduce es la posibilidad de reducir semanas de aclimatación a solo días, reescribiendo el manual del alpinismo clásico. Y eso, para muchos, cambia las reglas del juego.
🤔 Mi opinión: ¿es tan distinto del oxígeno?
Personalmente, no veo una diferencia esencial entre el uso del xenón y el oxígeno suplementario. Ambos mejoran la fisiología del cuerpo en altitud para facilitar la ascensión. La diferencia es de grado, no de tipo.
Eso sí, la transparencia es crucial. Si se usan estos métodos, debería decirse abiertamente. El problema empieza cuando se venden como “hazañas puras” lo que en realidad son logros tecnológicamente asistidos.
🌄 Reflexión final: respeto por la montaña y sus desafíos
Mi forma de vivir la montaña es otra: lenta, gradual, enfrentando el proceso como parte fundamental de la experiencia. No tengo nada en contra de quienes eligen otras formas, siempre que se haga con respeto por la montaña y su entorno.
Lo que sí me preocupa es que la posibilidad de ascensiones exprés atraiga a más gente sin preparación a montañas ya masificadas como el Everest, con el consiguiente impacto ambiental y humano que eso supone.
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